Amazonas:
Protestas por la construcción de una hidroeléctrica
Una nueva
ocupación de manifestantes contrarios a la construcción de Belo Monte, la
polémica hidroeléctrica que Brasil levanta en la Amazonía, obligó al consorcio
gestor del proyecto a suspender las obras temporalmente, según informaron los constructores.
La
construcción de Belo Monte, cuyas obras también se paralizaron en otras
ocasiones por decisiones judiciales, comenzó en marzo del año pasado en la
localidad de Altamira, en el estado norteño de Pará.
Al proyecto,
que alcanzará el máximo de 11.233 megavatios de generación eléctrica en las
épocas de mayor crecida del río Xingú, se oponen las tribus indígenas y los
movimientos ecologistas, que alegan que la obra tendrá un impacto irreversible
en la Amazonía.
El consorcio
Norte Energía, que se adjudicó el contrato para la construcción y operación de
la que será la tercera mayor represa del mundo, informó de que las obras fueron
suspendidas por motivos de seguridad porque un grupo de indios y pescadores
ocupó una de las áreas de la zona.
Unos 80
manifestantes invadieron el lunes por la noche el área en que fue construida
una pequeña presa provisional para desviar las aguas del río Xingú y que está
cerca de uno de los centros de trabajo.
Según una
nota del consorcio constructor, los manifestantes ocuparon los puestos de
vigilancia y se apoderaron de una ambulancia y un autobús, cuyo conductor
sufrió heridas leves.
Algunos
empleados fueron retenidos brevemente por los manifestantes y por seguridad se
ordenó entonces la retirada de los 900 empleados que están en ese sector de
trabajo conocido como Pimentel, uno de los tres en los que avanzan las obras.
La
organización no gubernamental Amazon Watch, uno de los grupos ecologistas que
se opone al proyecto, sostuvo en un comunicado que, "Los manifestantes
indígenas se apoderaron de las llaves de los camiones y tractores y obligaron a
los trabajadores a abandonar a pie el campo estratégico de trabajo
Pimental".
De acuerdo
con esta ONG, la ocupación fue promovida por 120 indios y pescadores que
amenazan con permanecer en el lugar hasta que los responsables por la
construcción cumplan los compromisos que asumieron para mitigar los daños
ambientales que motivará la hidroeléctrica.
Por otra
parte, el consorcio Norte Energía niega haber recibido alguna reivindicación
que justifique la ocupación e informó de que presentará un recurso judicial
para pedir el desalojo.
Tomado de
ecosite
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