jueves, 4 de octubre de 2012

VEGETACIÓN ARRASADA POR FUEGO HACE TEMER ALUDES EN SALTA


Salta El fuego dejó sin vegetación a gran parte de las serranías
Temen aludes: preocupación de vecinos de los cerros ante la llegada de las lluvias
 Vecinos de la zona afectada denuncian que las autoridades aún no definieron un plan de prevención. Según expertos, el alto grado de erosión provoca riesgo para las edificaciones situadas en las laderas.
Temen aludes: preocupación de vecinos de los cerros ante la llegada de las lluvias 
Vecinos de las inmediaciones de los cerros que sufrieron los incendios que asolaron la ciudad el pasado martes 18 hicieron conocer su preocupación ante la inminencia de la época de lluvias. Según el vecino José Petito, “tememos que haya otro pequeño alud, como sucedió hace unos años, luego de un incendio de mucho menor envergadura del que tuvimos ahora”, señaló.
“Por el pasaje Toribio Tedín, continuación de la Ameghino, hasta la iglesia del Tránsito bajan las aguas del cerro. El desagote viene por la calle Ricardo Solá, que queda paralela a la falda, arrastrando los residuos que encuentra a su paso”, dice José Petito.
“Ya hemos solicitado a la Municipalidad que haga algo antes que haya que lamentar una desgracia. Hace uno años se produjo un pequeño alud que arrastró cenizas y troncos que había cortado el fuego. Ahora, después de los incendios de la semana pasada, uno mira para arriba y ve que no hay nada de vegetación en las laderas, aumentando las posibilidades de que esto vuelva a pasar”, dijo.
Según el vecino, él mismo se comunicó con Defensa Civil para solicitarles ayuda, pero desde esa repartición lo derivaron a Medio Ambiente de la Municipalidad, para que se accione ante la evidencia de un terreno sin el vegetal que fija al suelo. “Los funcionarios de Emergencia Municipal nos pidieron que les hagamos una nota, pero no dijeron nada de un plan de salvaguarda para quienes vivimos aquí. Si bien ya había un grado importante de erosión, los incendios han acelerado visiblemente la situación, lo que nos preocupa a quienes vivimos aquí”, señaló.
Según Petito, los vecinos ya realizaron varias presentaciones ante la comuna capitalina, teniendo en cuenta que “no hay suficientes bocas de tormenta por lo que se junta el agua que viene de la Virrey Toledo con la que baja desde el cerro. No son pocos los vecinos que comenzaron a trasladarse a otra zona, antes de que lleguen las lluvias y sea más peligroso”.
Análisis de deslizamientos
Respecto a la situación en la que se encuentran los cerros San Bernardo y 20 de Febrero, a pesar de su cercanía a la ciudad, no se encuentra bibliografía acerca de las probabilidades de deslizamientos que presentan. Así lo afirman en su “Propuesta metodológica para la caracterización geotécnica de los taludes rocosos del camino de acceso al cerro San Bernardo”, Jorge J. Marcuzzi y Luciana Cerusico.
Luego de los derrumbes que se produjeron sobre el camino de subida al San Bernardo en 2008, Marcuzzi y Cerusico, técnicos de la Universidad Católica de Salta, realizaron un análisis de las características geotécnicas de los macizos rocosos que forman los taludes y laderas de la ruta de acceso a la cumbre del cerro.
Estos aspectos, con el estudio de los factores ambientales, geológicos y topográficos, dieron a conocer las condiciones de estabilidad del macizo. “Uno de los principales aspectos de la inestabilidad se relaciona con la inclinación de las rocas, a favor de la pendiente topográfica, característica natural que potencia los deslizamientos. Los taludes presentan diferentes problemas de estabilidad, como derrumbes, deslizamientos de suelos y rocas, procesos de erosión, alteración de drenajes naturales y otros fenómenos, que normalmente adquieren mayor impulso durante la estación lluviosa”, aseguran.
 Los períodos lluviosos sobre la ciudad de Salta se extienden desde octubre hasta abril y la sierra del Mojotoro es una barrera que frena el paso de las masas de aire húmedo provenientes del este, de modo que las lluvias se descargan principalmente sobre las laderas orientales. Lamentablemente no hay datos de las precipitaciones en la serranía, fundamentales para el estudio de la estabilidad. “Los procesos mencionados también determinan cierto grado de riesgo para las edificaciones situadas en la parte baja de las laderas y piedemonte”, señala el estudio. Para Marcuzzi y Cerusico, “el grado de erosión es alto”.
“La ladera occidental, por la orientación de los estratos, dirección de buzamiento y topografía, es susceptible a sufrir cíclicamente problemas de deslizamiento por la concurrencia de los elementos estructurales y del relieve mencionados. A esto se suman otros factores disparadores como los efectos de la sismicidad de la comarca, el clima con lluvias intensas y el desarrollo de procesos de meteorización”, asegura el informe.
Todavía no llegan las lluvias de época
Aunque los cielos nublados anuncien lluvias, no se registrará ninguna, al menos por estos días. Así se informó desde el Servicio Meteorológico del Aeropuerto Gemes de la Capital salteña. Especialistas de ese organismo señalaron que las predicciones climáticas anuncian para hoy un día parcialmente nublado e inestable. Lo mismo se prevé para mañana y el sábado, con un aumento en la presión atmosférica. Por lo tanto, a pesar de lo que se puede ver, todavía no se registrarán lluvias en la Capital salteña.
Ya pasó en 2009
El martes 21 julio de 2009 un fuerte viento Zonda sopló sobre la ciudad de Salta alcanzando los 40 kilómetros por hora y subiendo la temperatura a los 24º
Este viento derribó tres árboles en el parque 20 de Febrero, el cartel de un supermercado y provocó otros destrozos menores en la Capital y en el Valle de Lerma. Pero en Rosario de la Frontera se convirtió en un tornado que alcanzó los 100 kilómetros por hora y afectó el servicio eléctrico casi el día entero. Esa ventisca de hace tres años, se llevó casas, árboles y causó otros estragos.
Pero sobre todo, la ventisca provocó un incendio de características en el cerro 20 de Febrero, en Salta capital, llegando las llamas hasta las antenas de radios que se encuentran en la cima.
En los últimos días de diciembre de ese año, tras unas copiosas aunque breves lluvias, se produjo un pequeño alud que bajó por el pasaje Toribio Tedín y llegó hasta la iglesia del Tránsito, arrastrando barro, cenizas y vegetales carbonizados. Una situación similar, de menores características, pero que, como señalan los estudios, puede volver a ocurrir con más agudeza que las veces anteriores.
Tomad del Tribuno de Salta ar 

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